EL FENÓMENO DESDE PIURA
Los piuranos hemos pasado la peor inundación de nuestra historia. El rio Piura tuvo un caudal histórico que casi llegó a los 3500 m3/Seg. A pesar de los esfuerzos de todos los que vivieron en la ribera junto al ejército, COER y el Gobernador regional Hilbck para evitar que el río se desbordara, el río se salió y afectó a muchas zonas de la ciudad, pero el desastre mayor fue en el Bajo Piura.
Muchos veían por primera vez estos demonios como era el caso de mi hermana. Otros, como en mi caso repetían fantasmas del 98 e incluso algunos repetían demonios del 83 como en el caso de mis padres.
La naturaleza fue implacable. La naturaleza nos volvió a castigar y esta vez no se llevó puentes como en el 98. El caudal fuerte del río entro a la ciudad, a caseríos, a casas y se llevó más que las cosas materiales: en algunos casos se llevó los sueños de mucha gente e y en otros se llevó la vida de Piuranos y el dolor se instaló en muchas familias de Piura.
Aquella mañana dolorosa del lunes 27 de marzo es una fecha que no olvidaremos los piuranos, fueron momentos de miedo, de llanto y angustia. A muchos la desgracia los agarró en casa y vieron como el feroz invasor se llevaba todo, otros vieron el desastre en la calle y corrían hasta alcanzar lugares seguros y algunos alejados de la zona del río se preocupaban por amigos, familiares y conocidos.
Aquella mañana el relato de radio Cutivalú fue desgarrador. Cada corresponsal indicaba como el río avanzaba e invadía más zonas. Primero se hablaba del cercado de Castilla, luego de Viduque, luego de Pedregal y al final de Cura Mori.
El desborde del río fue creo que el evento cúspide y final de este “niño costero”. Así ocurrió el 98 cuando cayeron los puentes, pero esta vez los puentes estoicamente resistieron.
Pero muchos recordaran este fenómeno por otras cosas además del desborde del río. Algunos aprendimos nuevas abreviaturas, pues se hizo común hablar de COEN y COER. Otros revisaban pronósticos del SENAMHI y muchos por Twitter en más de una vez le preguntaron a Abraham Levy si llovería ese día.
Fue el fenómeno de las lluvias nocturnas, de los rayos y truenos de la madrugada -Que más de una vez compare con los bombardeos aéreos nazis sobre Londres en la segunda guerra mundial- y de los rayos (que parecían lanzados por Zeus), que no sabíamos dónde caerían, pero que se llevaron la vida de algunos en el campo o en la ciudad. Porque todos compramos calaminas para soportar la lluvia y muchos tuvimos que barrer muchas mañanas el agua en nuestros techos. La palabra motobomba se hizo clamor en muchas zonas ya que se formaron lagunas de agua empozada y caminar con botas o con zapatos CAT se hicieron casi obligatorios para evitar la Leptospirosis. Los zancudos nos acompañan aun durante todo el día y el dengue se llevó la vida de gente en Sullana.
Algunos tuvieron agua en exceso por la inundación y a otros les faltaba agua por los cortes de EPS GRAU. Algunos vivieron los días de lluvias en la oscuridad porque no había luz en varios sectores por días. Los más jóvenes (que por primera vez veían este niño) aprendieron como era vivir sin internet y cable. Los días sin redes de celular, sin teléfono fijo nos hicieron sentirnos incomunicados.
Se cayeron los algarrobos. Los vientos fuertes los hicieron caer como piezas de domino. Por la caída de dos de ellos se fueron una talentosa bailarina y un joven futbolista.
La escasez también llegó porque las carreteras se vieron afectadas tanto para el sur, como para el norte. Se hizo peligroso viajar tan solo a Talara porque se activaron las quebradas y recordé entonces mis clases de geografía y comencé a recordar por donde pasaban los ríos y donde estaban las quebradas.
Volviendo a la escasez fueron de días de creatividad en la cocina de mi casa, porque muchas veces no hubo pollo y tuvimos que ver que se comía. Fueron los días de las malarrabias más tristes pensando en que volvería a llover más tarde.
Fue la época en donde renegamos de los alcaldes que por arte de magia desaparecieron y en la cual siempre vimos al gobernador hablando en la televisión, radio y en periódicos. También estos días se vio como algunos comenzaron a crear rumores falsos que se desmentían rápidamente (saqueos, puentes caídos, desbordes apocalípticos, castigos divinos, rotura de represas, extensión del niño a muchos años y muertos).
Y en las noches lluvias recordamos el Poema del Elvira Castro de Quiroz. Todos nos sentimos damnificados en algún sentido.
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Además también vimos como nuestros hermanos de: Tumbes, Huarmey, Chosica, Chiclayo y Trujillo padecían su propio calvario. Aquí destacamos como Violeta Chamorro derrotó la furia del huaico.
Pero no todo fue tristeza en estos meses. Los piuranos nos organizamos para ayudar a quien no tenía nada porque lo perdió en las lluvias. Esta época ha sido la de dar la mano al necesitado primero por Castilla, luego por Tambogrande y ahora por el Bajo Piura. Llegaron también héroes anónimos y algunos churres nacieron en hospitales, ellos deberán crecer en la Piura reconstruida no solo en cemento sino en valores.
Porque esta es la región de Grau y en ella vive su espíritu de lucha desde Mancora hasta Sechura (pasando por la sierra piurana). Porque estas lluvias nos mojaron a todos, desde el más rico al más pobre. Pero que este fenómeno sea una lección al fin aprendida que va más allá de reforzar el malecón, reconstruir o hacer encauzar el río. Aquí todo pasa aprender la lección: No es que el río invadido pueblos, lo que pasa es que mucha gente ha invadido el cauce del río y la reconstrucción debe partir de esa premisa.